Es un hecho: las empresas industriales necesitan mejorar su competitividad, lo que se traduce en tener un control exhaustivo de los datos de su fábrica, para que puedan optimizar sus procesos. Sin embargo, esto es lento y un poco más complicado de lo que cabría suponer.

Llegar a ese estado de control supone abrazar definitivamente la transformación digital y subir estos cuatro escalones:

1. Pasar de una empresa analógica de estructura vertical enfocada en las personas a otra horizontal enfocada en los procesos.
2. Transformar los procesos analógicos en procesos automáticos.
3. Digitalizar los procesos.
4. Pasar de una empresa centrada en los procesos a una empresa centrada en los datos.

Desde este esquema, es posible que las etapas 2 y 3 se solapen, pero siempre en favor de conseguir una empresa centrada en los datos. El orden es importante pues cada escalón ha de ser planeado estratégicamente. En caso contrario, la propia organización frenará los avances o, peor aún, facturará menos. Los cambios implican riesgo y la gestión del mismo ha de estar planificada de antemano.

Es complicado pensar en cómo obtener beneficios de los datos cuando los que se tienen son escasos, están desagregados y no se sabe muy bien cómo explotarlos. De hecho, en el Informe de Madurez 2019 de www.minsait.com lo muestra claramente:

«Solo un 22% de las empresas españolas cuenta con una visión precisa sobre cómo la compañía va a competir en base a su estrategia del dato, cómo se van a transformar sus sectores de actividad, y qué nuevas oportunidades y amenazas se presentan.»

Como se puede comprobar, no todo el empresariado tienen claro que ser una empresa «data-centric» aporta, como mínimo, los siguientes beneficios:

• Elimina la duplicidad de datos y los errores que provienen de los distintos puntos de vista existentes dentro de la organización. Una empresa centrada en los datos comparte una misma visión, un mismo lenguaje y una única base de datos global de las que se extraen resultados y conclusiones.
• Evita los silos de información mediante el flujo constante de datos entre aplicaciones, delegaciones, colaboradores, departamentos y trabajadores.
• Entrega de forma pasiva y constante información valiosa para la generación de oportunidades o mejoras. Analiza la información en tiempo real y permite la incorporación de nuevas fuentes de datos en muy cortos espacios de tiempo, en horas.
• Se adapta a las oportunidades que presenta el mercado y crece horizontalmente según las necesidades del momento, añadiendo otras herramientas fácilmente.
• Incorpora a otras unidades de negocio con naturalidad, integrándolas como una parte más del flujo total de datos.

Justo al final del proceso es cuando se ve claramente la utilidad de las certificaciones blockchain Las velocidades de procesamiento son tan altas y los requerimientos tan críticos que la trazabilidad, las garantías y las comunicaciones no puede asegurarse con los métodos tradicionales. Pero lo mejor de todo ello es que se realiza de forma orgánica, sin esfuerzo añadido, automáticamente, no es una fase más, es el remate final.

Los bancos, las aseguradoras, los fabricantes de coches, la industria aeronáutica y muchas otras más lo han comprendido. ¿Y tú? ¿En qué fase te encuentras?